En estos últimos meses se ha estado “hablando” bastante sobre los MOOCs. Voces críticas, prensa, blogs de tecnología, revistas de actualidad, radios, parece que es el tema de moda. Y cuando COURSERA anunció la semana pasada su nuevos sistema de acreditación (cobrando para expedir certificados) Verified Certificates [Coursera Takes A Big Step Toward Monetization, Now Lets Students Earn “Verified Certificates” For A Fee] pone encima de la mesa una cuestión para mi muy importante. ¿Realmente la gente se apunta a un MOOC para obtener un certificado?
Como comentaba en el post de Eva Patricia Gil 3 Mites sobre els Moocs, el hecho de ser masivos implican una aproximación pedagógica más centrada en el estudiante como individuo y en procesos de auto aprendizaje. Poner al alcance de miles de personas material formativo para aprender en cualquier momento y en cualquier lugar.
De los cursos en los que yo he participado, echo de menos una forma ágil para interactuar con otros estudiantes, compartir y discutir con ellos. Es por eso que lo identifico a un proceso individual y de auto aprendizaje, a pesar de que haya 60.000 estudiantes apuntados al mismo curso.
Y como en la mayoría de procesos de auto aprendizaje la principal motivación es intrínseca; me apunto al curso por que tengo curiosidad, necesidad o interés en aprender y conocer más sobre este tema.
Así que cuando se plantea como principal preocupación de Coursera, el poder identificar y validar quienes son los estudiantes que realmente están siguiendo el curso, para que realmente merezcan tener el certificado verificado, se me escapa algún hilo.
Está claro que es uno de los modelos de monetización más directo al sistema de cursos gratis, pero que a mi modo de ver no responde directamente a lo que se busca en un proceso de auto aprendizaje. Soy consciente que estoy generalizando mucho y que no todos los que siguen un curso lo hacen por estos motivos.
En cambio el modelo de Badges, como el que utiliza el curso UniMooc AEmprende, y la iniciativa de Mozilla Open Badges, se ajustarían mucho más a la recompensa y acreditación de un proceso de este tipo.
Y todo esto para hacer referencia al sistema que COURSERA está pensando implementar para validar la identidad real de los estudiantes online [según este artículo Catching Cheaters on Open Online Courses]. Un sistema que podría tener cierta utilidad en universidades virtuales, pero que no me convence del todo en el caso de los MOOCs, como más allá del negocio.
ProctorU es un servicio que monitoriza los estudiantes a través de la webcam, para asegurarse que realmente son ellos quien están haciendo el examen, por ejemplo. Analizan el entorno de la sala donde se encuentra el estudiante, su mirada, su pantalla, etc.
2 Responses
Vania
Estoy de acuerdo con tu opinión. Creo que en un sistema abierto como lo es el de MOOC’s, la idea es que cada quien tiene la oportunidad de acceder al “conocimiento” o información en la cual está interesado, y a la cual en muchos casos no tendría acceso si no fuese de esta manera. Al menos tengo entendido que esa era la intención inicial al crear Coursera. bajo este esquema, que importa si los estudiantes son o no son?, a quien están engañamdp si no son ellos los que presentan el examen, cuando no existe certificado que ganarte?… creo que ahi radicaba justamente el cambio educativo, quien se apunta a un MOOC lo hace porque le interesa aprender lo que ahi se espera enseñar y no para ganar puntos o un certificado… la verificación de los estudiantes no tiene sentido para mi, bajo el esquema orginal… me queda la duda, los interesados en seguir cursos sin necesidad de obtener certificados, serán admitidos de forma gratuita y sin verificación de su identidad?.
francesc balagué
Completamente de acuerdo :)
Saludos Vania!